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SAP. Cómo detectarlo.

¿Cuáles son los aspectos característicos del Síndrome de Alienación Parental (SAP)? La respuesta es amplia y sin duda también depende de quién sea el observador. No es lo mismo ser un progenitor, que una profesora, monitor… Por lo que expondremos diversos elementos que se ven afectados en un menor con SAP. Recordamos, como ya se dijo en al artículo anterior, que es un Síndrome sin tipificar en los manuales, y que por tanto no podrá ser empleado judicialmente; siendo el fin de este artículo poder ayudar a progenitores y profesionales a detectar la sintomatología para posteriormente poder intervenir.   Los aspectos a tener en cuenta para detectar el SAP fijándonos en el menor son:   – Intercambios. Cuando han de realizarse los intercambios existen muchas dificultades por parte del menor, que suele presentar tristeza, desolación… llegando manifestar su negativa a querer irse con el otro progenitor. Si los intercambios se realizan en lugar diferente al domicilio o Punto de Encuentro Familiar, como por ejemplo en el colegio, el menor suele presentar malestar la noche antes, o el mismo día en el colegio, como náuseas, vómitos, dolor de cabeza…   – Progenitor perfecto. Cuando le preguntamos a un menor que sufre SAP que diga cosas buenas y males de ambos progenitores, es característico la falta de ambivalencia, es decir; el menor ve en el progenitor alienador solo aspectos positivos, sin apreciar nada negativo. Por el contrario, en el progenitor alienado lo primero que dice son cosas negativas, resultándole difícil decir algo bueno. Por tanto, tenemos un progenitor perfecto, y otro imperfecto. ¿Usted con cuál se quedaría?   – Discurso de adulto. El menor en situación de SAP emplea frases y términos propios de adultos. Niñas y niños de 7 años hablan de juicios, posibilidad de elegir, las cosas mal hechas por parte del progenitor alienado… Una expresión habitual suele ser: “Es que no comprendo por qué se me tiene que obligar a irme si yo no quiero”. Esto es una frase de adulto porque en nuestra experiencia y valores se va arraigando el principio de libertad y libre albedrio; pero se va arraigando, no aparece de la nada. Cuando somos niños seguimos las instrucciones de los adultos en casa, en el cole, en las actividades que hacemos y allá donde vayamos, por lo que no tiene ni pies ni cabeza la susodicha frase, a no ser que “alguien” la haya inculcado.   – Recuerdos imposibles. Esto no se da en todos los casos, pero si es habitual apreciarlo en casos de SAP. Hace referencia a cuando los menores comentan episodios ocurridos cuando ellos tenían dos años de edad o menos, o incluso al poco de nacer. Tres ejemplos: “Cuando tenía dos años escuchaba como mi padre/madre insultaba a mi padre/madre”. “Cuando nací mi padre no estuvo en el hospital”. “No oigo bien de un oído porque cuando tenía tres años mi padre/madre me dio un golpe” (las pruebas médicas decían que tenía plena audición los dos oídos).   – Amplia información. El menor tiene gran cantidad de información sobre muchos aspectos como motivo del divorcio/separación, régimen de visitas, demandas abiertas, fechas de juicios cercanos, cantidades de dinero… y todo lo que pueda hacer que el menor tenga que posicionarse como si fuese la persona que tiene que decidir.   – Valoración negativa de hechos neutros. ¿Es malo estar una tarde con los abuelos? ¿Es malo hacer los deberes sin alguien que esté todo el rato al lado? ¿Es malo que los progenitores tengan nuevas parejas? ¿Es malo quedarse en el comedor en junio? Podríamos seguir con una lista amplísima en la que a priori no es bueno ni malo, simplemente es. Pues bien, en los casos de SAP el progenitor alienador se encarga de emitir juicio y trasladárselo al menor. “¡¿Qué has pasado la tarde con los abuelos y tus primos en lugar de estar con tu padre/madre?! Esto no puede seguir así. Si no quiere estar contigo o le molestas que lo diga, porque yo siempre estoy a tu lado cuando estás conmigo”.   Es muy importante decir que estos síntomas han de darse en repetidas ocasiones y mantenerse en el tiempo, solo con un comentario, o un intercambio difícil, no bastaría para tenerlo en cuenta como SAP. Hay algunos otros aspectos que suelen aparecer, pero los nombrados son los más significativos y evidentes. En el siguiente artículo explicaremos cómo intervenir en casos de SAP.

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