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SAP: CÓMO PREVENIRLO

Sin duda la mejor intervención que se puede hacer hacia el SAP es prevenirlo, evitar que ocurra, no dar pie a que se desaten síntomas que vayan poco a poco (o no tan poco a poco) a más; de esta forma estaremos evitando, en primer lugar, mucho sufrimiento y ansiedad a los niños; y por otro lado, gran cantidad de conflictos y disputas entre los progenitores separados; que se suelen traducir en demandas judiciales, las cuales son un gran desgaste emocional, económico y de tiempo; y en muchas ocasiones sin ser una solución; puesto que la clave está en los progenitores y no fuera de éstos.

¿Cómo prevenir el SAP? Es complicado dar respuesta ya que solo cuando se esta empezando a producir podemos detectarlo, y por tanto ya no estaríamos evitando, sino interviniendo, o en todo caso evitando que continúe. Por esto lo más recomendable es acudir al “decálogo del buen divorcio”.  Los primeros en difundirlo fueron los juzgados de Andalucía. Actualmente son múltiples las páginas web en las que aparece y por tanto no vamos a reproducirlo de nuevo aquí. Si el lector se encuentra en situación de separación es recomendable echarle un vistazo. Si ambos progenitores siguen los puntos allí descritos, podrán prevenir con un alto porcentaje que se produzca el SAP.

En el 90% de los casos en los que se produce el SAP uno de los progenitores no quiere, aunque no lo diga explícitamente, que el otro pase tiempo con los menores. La pregunta que debe hacerse este progenitor (el que no quiere que el otro pase tiempo con los menores) es ¿Qué conseguiré obstaculizando la relación de los menores con el otro progenitor? Se les pueden venir muchas respuestas a la cabeza, para mí la más correcta es, sufrimiento y ansiedad a los menores ¿Por qué? Porque si un progenitor quiere estar con sus hijos/as y no desiste, todas las acciones encaminadas que haga para mantener la relación con ellos les generará ansiedad y malestar a los menores (sobre todo cuando declaraciones en los juzgados).

En un alto porcentaje en las que se produce el SAP, el progenitor alienador está convencido de que los menores no están bien con el otro progenitor, que sufren, no reciben un buen trato, no se les educa adecuadamente… Un progenitor sensato, y que vela realmente por el interés de los menores, tratará de revertir esto, buscando soluciones y no apartando a los niños del otro progenitor, logrando así prevenir los efectos negativos en los menores ¿Cómo? A base diálogo, de comunicación y acuerdos. Y cuando esto resulta imposible por las dificultades de comunicación, acudiendo a un mediador familiar que les pueda ayudar en este proceso.

Sin duda cada caso es diferente y hay que analizar las causas; pero siempre buscando el beneficio de los menores, y no hay mayor beneficio que tener una madre y un padre.

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