Psicólogo familiar en Alicante
Cuando algo afecta al desarrollo de un niño los adultos tenemos que ayudarle. A veces los niños, como los adultos, pueden encontrar ayuda en la terapia.
Por qué hay tantos libros sobre bebés, sobre cómo educar a los niños, cómo hacer que un niño duerma solo (Estivill vs. González), el niño con rabietas… porque no nacen con un manual debajo del brazo. Nacen sin más, sin instrucciones; y además se desarrollan en un entorno determinado, con un modelo familiar, con unos recursos materiales y con unas cualidades heredadas genéticamente. Son muchas las circunstancias y obstáculos que pueden aparecer en los niños:
Miedos: a la oscuridad, a quedarse solos, a que les pase algo malo…
Rabietas: llorar para pedir cualquier cosa, pegar si no consiguen lo que quiere, pelearse constantemente con su hermano/a y hacerle la puñeta…
Desobediencia: negarse directamente a hacer lo que se les pide, hacerse los sordos, hacer las cosas solo cuando se les grita…
Dormir/sueño: no querer irse a la cama, levantarse a media noche y meterse en la cama de los padres…
Conductas disfuncionales: que se le escape el pipi cuando ya lo controlaba, dificultades para comer, dificultades para relacionarse con otras personas, excesiva actividad y movimiento, cambio de carácter después de algún episodio impactante, dificultades tras la separación/divorcio de los padres…
Todo lo aquí descrito se puede recuperar con intervención psicológica, con el menor y con sus padres/tutores/cuidadores. Siendo también necesaria en ocasiones la colaboración del colegio, con el que se trabajaría en red.
La clave reside en modificar las variables ambientales que rodean al menor, modificar los elementos cognitivos y creencias de menores con técnicas adaptadas para ellos, también las ideas de los adultos, transformar los estilos relacionales y otra serie de variables que se deben analizar para dar una explicación del problema/situación.